Así, de gran tamaño y feo es como quien asiste a terapia ve al síntoma. Es importante explorar y trabajar la función del síntoma ya que la persona lucha exclusivamente por su erradicación, sin embargo, la lucha contra el mismo lo refuerza. Enfocarnos en la sintomatología de esta manera resulta reduccionista y conlleva grandes riesgos para tu estabilidad emocional. El síntoma nos comunica y explica qué pasa en cuanto a la frecuencia, duración, intensidad o temporalidad en la que aparece. Esto no significa que éste no tenga importancia pero sí que trabajaremos evaluando la función del mismo a través de la herramienta “análisis funcional”